Información General
La colección Municipal
Contenido, procedencia y valor
El inventario de Bienes realizado recientemente ha puesto de manifiesto la cantidad, variedad y calidad de los bienes catalogados como histórico-artísticos. A grandes rasgos, la Colección municipal esta formada por un vasto conjunto cuya procedencia es la siguiente:
Procedencia de la colección: su formación.
- Bienes procedentes de la propia naturaleza y funciones del Ayuntamiento como tal, y que son necesarios para su correcto funcionamiento y representatividad. Constituye el núcleo originario de la colección, y, en muchos casos, los más antiguos y estrechamente vinculados con la historia de la ciudad.
- Bienes procedentes de legados o donaciones. Constituyen una parte muy importante del conjunto de la colección, y son bienes relacionados con las labores administrativas, siendo por tanto de variada naturaleza y entidad, entre los que se encuentran algunos de verdadera importancia. Cabe destacar en este apartado el importante legado del Centro Artístico; el legado del pintor Max Moreu, el del Carmen de los Mínimos, el de Don Carlos Villarreal y Don Antonio Carvajal Milena así como los de Don Nicolás Prado López y Miriam Kratowhik.
- Bienes procedentes de compras y Fundaciones. También son importantes los bienes que se han incorporado a la colección mediante este sistema de adquisiciones, haciendo especial mención a dos importantes lotes gestionados por sendas Fundaciones: la Casa-Museo de Manuel de Falla, y la Casa-Museo Huerta de San Vicente, de Federico García Lorca.
Cronológicamente, los últimos 50 años han sido decisivos en la formación de la colección tal y como hoy la conocemos, pues en su transcurso se han adquirido las dos casas-mueso antes mencionadas, se ha adquirido mobiliario artístico para el Palacio de los Córdova y el Carmen de los Mártires, y se han recibido colecciones y legados.
Naturaleza de las colecciones: Composición.
Pintura
Considerando la
colección pictórica en su conjunto, hay que hacer obligada referencia a la Escuela Granadina, y de manera muy especial a la Escuela Granadina del siglo XX y más ampliamente al ámbito y a las influencias artísticas granadinas, teniendo en cuenta que ha sido y sigue siendo una ciudad predilecta por los artistas.
Nombres como Gabriel
Morcillo, los hermanos
Carazo,
Soria Aedo, Gómez Moreno, Gómez Mir, Apperley, de la Cruz Suárez, Capulino Jáuregui, Fortuny, Alcázar Tejedor, Larrocha, Gómez de la Serna, Hermenegildo Lanz, Manuel Ángeles Ortiz, Rivera, José Guerrero, Hernández Quero, ... y tantos otros, son los máximos exponentes de esa escuela, contribuyendo así la colección en un poderoso símbolo representativo de la ciudad y de su mundo artístico.
Pero estos nombres no ensombrecen la pintura de épocas y siglos anteriores y posteriores, también muy numerosa y con obras de calidad. Del primer cuarto del
siglo XVII puede considerarse el lienzo de la
Inmaculada, situada en el Salón Amarillo de la Casa Consistorial, lienzo que parece recortado de una composición más amplia. También del siglo XVII destacan las Inmaculadas del Carmen de las Mártires y la situada en la antesala del Salón de Plenos, atribuida desde antiguo a la Escuela de Alonso Cano, así como el fabuloso lienzo “
el Pentecostés” de
Leandro de la Fuente.
A caballo entre el
siglo XVII y XVIII se presentan una serie de retratos de personajes reales, de discreta ejecución. También del último tercio del XVII y de la
Escuela Flamenca es el interesante cobre con la representación del triunfo de Baco. De
escuela murillesca se puede citar una representación de San Juan de Dios, de pequeño formato, y la Virgen con el Niño, situada en la Casa-Museo Manuel de Falla. Interesante es también el San Juan de Dios con el Crucifijo, de buena escuela andaluza del último tercio del siglo XVII, procedente del Carmen de los Mínimo.
De principios del
siglo XVIII se puede datar la obra más importante que posee el Ayuntamiento de este siglo, el “
Sto. Tomás de Villanueva dando limosna a los pobres”, obra de
Teodoro Ardemans, insigne arquitecto y pintor, que muestra en su obra las influencias y maneras de la corte,donde desarrolla su quehacer artístico.
También del siglo XVIII son una serie de lienzos de tema devocional, populares, de discreta calidad: santos, escenas piadosas, imágenes, muchas de ellas pintadas sobre cobre y con decorativos marcos.
Del
Siglo XIX se conserva el retrato de
Isabel II, considerado en tiempos obra de
Madrazo adjudicado hoy, tras su restauración, a su discípulo
José Contreras y Muñoz. También el
Retrato de Alfonso XII, obras segura de
Federico de Madrazo , forma parte también de esta colección municipal.
Señalar las obras de
Gómez Moreno,
el Retrato de Canovas, la Crucifixión y la notable
Piedad .
Del último tercio del XIX destacan una serie de obras que ya comienzan a predecir la gran eclosión artística de la pintura granadina del siglo XX. . De gran maestría y simbolismo es la
Rendición de Granada, de pequeño formato, situada en la Sala de Comisiones. El retrato femenino de
Lozano Sidro, las cuatro magníficas obras de
Isidoro Marín y las dos de
Alcázar Tejedor. Todas ellas forman un conjunto de pintura muy revalorizada hoy y de gran maestría técnica.
Entre el
siglo XIX y XX destacan las obras de
H. Moreau, destacando su
Hombre al piano y la pintura de
López Mezquita, de temática especialmente granadina como su
Procesión de Escolares, entrando ya de pleno en la pintura costumbrista y retratista granadina del XX.. Figura clave y todavía no suficientemente reconocida a nivel nacional,
Gabriel Morcillo cuenta con cinco obras; dos bocetos para Carteles del Corpus (quizá los más desconocidos), y el
Retrato del Padre D. Andrés Manjón, y el
Campesino y la
Muchacha, obra procedente del Centro Artístico.
El patio de los Arrayanes de
Gómez Mir, con un formidable estudio de luz, y los pequeños retratos de
Gitanas de
Ramón Carazo, ademas de los de
Apperley, completan este lote.
La obra de Francisco
Soria Aedo está representada por siete obras, destacando entre ellas la
Hilanderas Conversando, del Carmen de los Mártires, el
Retrato de Gitana de la Galería de Alcaldía y un
Paisaje Granadino, desconocido del autor, situado en la galería de Alcaldes.
De
Joaquín de la Cruz Suárez se encuentran tres obras, con el retrato de gitanas como tema constante. Del malagueño Joaquín
Capulino Jáuregui otras cinco obras, destacando la
Vista del Convento de Santa Isabel. Obras muy similares son el
Paisaje con Pinos (hoy en depósito en la Museo Ángel Barrios) de
Santiago Rusiñol y los
Jardines Granadinos de
Rafael Duracamps; el
Contador de Cuentos, de
Mariano Bertuchi, y como no, el
Nocturno Granadino de
Manuel Ángeles Ortiz, única obra verdaderamente representativa del maestro en la Colección municipal.
La obras de
V. Millet denotan cierta asimilación del estudio de la luz y una técnica de ecos granadinos, visibles en los tres paisajes de su mano con los que cuenta la Colección del Ayuntamiento. Las mismas características se pueden apreciar en los cinco lienzos de
Vergara Reyes, en especial el paisaje. Pero el máximo exponente, en cantidad, es
Max Moreau, pintor belga afincado en nuestra ciudad y hoy hijo adoptivo de Granada, que cuenta con cinto cuatro obras entre dibujos y pinturas, procedentes de su legado a la ciudad.
De la pintura actual, destacamos la obra de
Hernandez Quero, con cuatro pinturas entre las que destaca claramente, los
puentes del Darro y la
Niña del Batidor; otros dos lienzos de
Juan Vida, los
Carteles del Corpus (de autores contemporáneos ), la
Atlántida de
Padial, alguno de
Manuel Maldonado, y un magnifico ejemplar de la serie
Las Meninas de
Soledad Sevilla.
Señalar también, por no hacer fatigosa la relación, obras de
Gustavo Bacrrisse, José María Pinar, Luisa García Pardo, Amalio García del Moral, Nicolás Prado López , Miran Kratochwwill,
José Zurita, Alejandro Gorafe o Andrés Montiagudo.
Escultura
En este apartado destaca, fundamentalmente, un
conjunto de bienes que poseen unas características especiales que conviene revalorizar; son las
vitrinas y las
imágenes religiosas procedentes en su mayoría del
Carmen de los Mínimos. Aparte de la calidad artística que no todas poseen, hay que llamar la atención, sin embargo, sobre su valor sociocultural, antropológico; son objetos parlantes de una manera de entender la práctica de la religión, con reminiscencias populares, hoy en día cada vez más difícil de encontrar.
Esa piedad, manifestada en imágenes del Niño Jesús dispuestas para ser vestidas y adornadas, el sentido decorativo entre ingenuo y conventual de las vitrinas que los albergan en su interior y las imágenes en miniatura, todo ello forma un mundo religioso especialmente granadino, que encuentra en este legado de los Mínimos su mejor exponente.
Como pieza de considerable antigüedad debemos citar al
Niño Jesús que podría datarse en el último tercio del siglo XVI o principios del XVII, con la cabellera dorada, según la estética manierista. Entre otras imágenes de este mismo tema -un total de seis- destaca un sentado sobre un sillón frailero, delicada obra atribuida al
Círculo de Risueño.
Otras imágenes representan a
San Antonio de Padua, San Bernardo Clemente de Auximo y a San Francisco de Padua, éste último con interesante rostro datable en el siglo XVIII. Contemporáneo podría resultar el relieve de San Juan Bautista, del Círculo de Risueño y realizado en barro cocido. En el mismo siglo se sitúa la imagen
del Cristo recogiendo las vestiduras después de los azotes (tema iconográfico poco repetido) y la
Dolorosa de vestir del Carmen de los Mártires, dentro de la fastuosa vitrina rococó.
Anteriores a estas piezas sobresalen un relieve de
Ecce-Homo de los
Hermanos García y otro busto de
Ecce Homo también barro cocido del
círculo de Gaspar Núñez Delgado.
Más modernos destacan el
Busto de Goya de
Mariano Benlliure y los dos
Retratos de
Juan Cristóbal, todos ellos en bronce y un exponente de la escultura religiosa del Siglo XX, el
Sagrado Corazón de
Sebastián Santos.
Grabados y Dibujos
Dentro del capitulo de
Grabados, son dignos de destacar los grabados de
Gerorgius Hoefnaglius, de su serie
“De civitate Orbis Terrarum”, en el Carmen de los Mártires y la Huerta de San Vicente, con vistas a diferentes ciudades, entre ellas la propia Granada. Aparte mencionamos la magnifica colección sobradamente conocida, de Grabados de
Francisco de Goya (los Desastres, Proverbios y los Caprichos).
El tema más repartido en los restantes trabajos son las vistas de Granada, la Alhambra y escenas costumbristas, con ejemplares como el de
José María Subirachs y
Hermenegildo Lanz. También existen toda una serie de
Grabados Dovocionales, algunos interesantes, de los siglos XVIII al XIX. Otros grabados modernos son obra de
Hernández Quero.
En cuanto a los
dibujos, también es referencia obligada la colección guardada en el Archivo Histórico Municipal. Además de ellos, destacan, por calidad y cantidad los de
Max Moreau y su padre
Henry Moreau, además de las caricatura de
López Sancho. También hay que hacer mención a los dibujos realizados por
García Lorca, en la Huerta de San Vicente, y los dibujos de
Hernández Quero e
Ignacio Zuloaga que se encuentran en la Casa-Museo de D. Manuel de Falla, donde se encuentra también una de las principales obras de la colección; los siete dibujos con
figurines para la representación de
“El sombrero de Tres Picos”, obra de
Pablo Picasso.
Artes Suntuarias o artísticas
Orfebrería y Metales.
Las piezas de este apartado son eminentemente
civiles, como corresponde la Institución a la que pertenecen, algunas perfectamente datadas y marcadas, otras no. Destacan entre todas ellas las dos mazas de plata labrada, del último tercio del siglo XVI, que sirvieron de modelo a otros dos juegos de mazas, ejecutadas unas en 1912 y en los años ochenta las más modernas.
Las
Jarras de los Caballeros Veinticuatro, fechadas en 1797, la
Campana del Cabildo fechada asimismo en 1694, y los juegos de tintero y salvadera forman una excelente muestra de
platería granadina. A ello hay que añadir las dos
bandejas y los dos
escudos con marco conmemorativos de la visita de Isabel II, obra de los
Talleres Reales de Platería.
Otras piezas contemporáneas son las
Pértigas mayores y menores y las reproducciones del
sello histórico de la ciudad, la reproducción de la
corona y el
cetro de Isabel la Católica y
la espada de Fernando el Católico. También destacar algunas
medallas devocionales de carácter popular, del siglo XVII y XIX, con el Santo Rostro de la Catedral de Jaén, y el prendido-tembladera de bisutería antigua, popular, de la Dolorosa del Carmen de los Mártires.
Mobiliario
Muy variada en época y estilos es la colección de mobiliario, bastante enriquecida con las compras que se realizaron últimamente para amueblar el Palacio de los Córdova y el Carmen de los Mártires.
Como piezas de interés hay que mencionar en primer lugar el magnífico y enorme
Arcón encargado por el Cabildo de la Ciudad en 1.618, según reza en inscripción realizada en marquetería prodigiosamente conservada, al igual que sus herrajes y remaches, y el
Bargueño-papelera con incrustaciones de hueso, de estilo mudéjar y posible procedencia aragonesa, datable en el siglo XVII, que se encuentra en el Almacén de las Hermanitas de los Pobres.
La Arqueta de alta seguridad, con complicadisima cerradura
Otras
arquetas metálicas se conservan en el Palacio de los Córdova, donde se encuentra otra arqueta encofrada en terciopelo morado, del S. XVIII. De ese mismo siglo procede otro
bargueño con incrustaciones de carey y hueso, además de otras labores. También del siglo XVIII son los
Bancos del Concejo, en el Salón de Plenos, con exquisita talla y línea de estilo rococó. También resultan muy interesantes las dos
Consolas napolitanas del Carmen de los Mártires, del mismo siglo en madera tallada y dorada.
Del siglo XIX existe gran cantidad de mobiliario, debido, en parte, al remozamiento de la Casa Consistorial coincidiendo con la visita de la reina Isabel II a la ciudad, y posteriores compras y reformas. Desatascan los
bancos y la sillería de estilo imperio del Salón de Plenos, las
consolas del mismo Salón y la soberbia
Consola con espejo a juego del Carmen de los Mártires, de procedencia francesa.
Las Lámparas del Salón de Plenos y de la Sala de la Mariana son también de este momento.
Tresillos, sofás, espejos y cornucopias en madera tallada y dorada completan este mobiliario decimononico, además de una mesa de centro con marquetería tipo
“Boulle” en el Carmen de los Mártires.
En este último lugar se puede encontrar algún ejemplo de mobiliario Alfonsino y otras piezas representativas del neo-renacimiento decorativo, de madera profusamente tallada, de la primera mitad de este siglo.
Otras piezas notables de este siglo son las
lámparas y apliques de inspiración Art-Decó del mencionado Carmen de los Mártires y algunos aparadores. Finalmente, ejemplos de mobiliario oriental, junto con otras piezas decorativas que le otorgan singular ambiente, se pueden encontrar en la Casa-Museo de Max Moreau.
De manera especial citaremos
los pianos, el de Gran Cola Stenway & Sons en el Auditorio Manuel de Falla, el de la Huerta de S. Vicente, y el de la Casa de D. Manuel de Falla, de singular valor, donde se conserva asimismo una guitarra del gran maestro.
Los relojes de sobremesa constituyen una pequeña colección con piezas no todas de calidad. Destaca el Reloj con guarnición, hoy perdida, de bronce y placas de cerámica esmaltada, con la figura de Ceres, en el Carmen de los Mártires, de procedencia francesa. También destaca el reloj con guarnición de estilo imperio de la Sala Mariana Pineda. En ningún caso estos relojes se encuentran en funcionamiento.
Cerámica, Vidrio y Textil
En el apartado
Cerámico destaca, como no podría ser de otra forma, la cerámica de
Fajalauza,
Entre la colección de
Albarelos sobresalen una pareja del siglo XVII, posiblemente de Talavera, y otros, más modernos, procedentes de Conventos religiosos.
En las oficinas de Emucesa se encuentran depositados algunos
brocales interesantes, uno de ellos con restos cerámicos. Los fragmentos de azulejos, de diversas técnicas y épocas, enmarcados, y, en gran cantidad platos, orzas, vasijas, jarras, fuentes, etc., casi todas en cerámica popular en torno geográfico de Granada, destacando siempre Fajalauza y otras, en cerámica de
Teruel, Talavera, Triana y Muel. La cerámica
norteafricana -marroquí, tunecina- tiene curiosos y valiosos ejemplos en la Casa-Museo Max Moreau, donde se guardan otras piezas de cerámica oriental, y como ejemplo de crámica de uso exclusivamente decorativo la
pareja de jarrones ornamentales, esmaltados en azul y con aplicaciones en bronce del Salón de Plenos, que siguen modelos franceses del siglo XIX.
En cuanto al
Vidrio, destaca sobre las demás piezas, la colección de
Cristal de la Granja, compuesta por saleros, vasos, garrafillas, compoteras y ánforas de dos tipos claramente diferenciados; las piezas de cristal tallado y dorado, algunas de la época de Carlos III-Carlos IV y otras, de la época de Fernando VII, decoradas con esmaltes policromados. Ambos conjuntos de piezas constituyen una de las colecciones más interesantes del Ayuntamiento, que convendría estudiar y catalogar seriamente.
Otro conjunto de piezas de carácter mucho más popular lo constituyen los
Vidrios de Castril, con grandes recipientes y tinajas para aceitunas y alimentos también interesantes y con suficiente entidad propia.
Y, por último los
Textiles. El Textil más antiguo conservado es el
Medallón enmarcado, procedente de una bandera concepcionista, con la Virgen bordada en sedas de colores muy deterioradas, en el Salón de Plenos, del cual se viene diciendo tradicionalmente que esta bordado con cabello humano. Contemporánea casi puede ser la originaria
Bandera de Castilla o Estandarte Real, que según Gómez Moreno y Gallego Burín fue realizada en 1621, en bordado de aplicación o recorte plano.
El Escudo de armas de la ciudad es una pieza muy importante, cuya transcendencia iconográfica en el arte y las representaciones granadinas ha sido enorme. Según los citados Gómez Moreno y Gallego Burín, consta en su respaldo que fue restaurado en 1697 por Pedro Guillén, pero la apariencia y concepto estético actual no permite situarlo antes del siglo XVIII, aparte de mostrar la torre de la Vela en su heráldica. Otro Estandarte Real bordado en oro y sedas puede datar de la segunda mitad del siglo XVIII, conservando el terciopelo original muy deteriorado.
Otros bordados de mérito se encuentran en los vestidos de la Dolorosa del Carmen de los Mártires; la saya bordada en hilo de otro (S.XIX), y el manto en hilo de plata (siglo XIX), así como las alfombras de nudo español, realizada en los talleres de la Zubia.
Valoración de las Colecciones
Dentro del conjunto de los bienes pertenecientes al Excmo. Ayuntamiento de Granada, los bienes catalogados como bienes de carácter histórico-artístico tienen una importancia extraordinaria no sólo por su elevado número o la calidad de éste, sino por la dimensión cultural y social que tienen. Son sobre todo, la expresión material y simbólica de nuestras raíces y el vehículo de expresión de lo que llamamos “nuestra identidad”. Son, por tanto
:
- Los depositarios de la Memoria Histórica y representativa de Granada, como ciudad oficialmente constituida (Banderas, Estandartes, Escudos, Mazas, Sellos).
- . Nos hablan de la manera de ser y expresarse del granadino, de su sentido estético y su arte, de personajes históricos vinculados a Granada (Reyes Católicos, Alonso Cano, San Juan de Dios, Mariana Pineda, etc.).
- También nos hablan de los usos y costumbres de los granadinos incluidas sus prácticas religiosas (cerámica de Fajalauza, vidrios de Castril, muebles, utensilios, imagines religiosas, vitrinas, etc.)
- Y, por último, guardan la memoria de hombres granadinos o no, que fueron grandes artistas y que amaron la ciudad (Leandro de la Fonte, Alonso Cano, José Risueño, Hermanos Gracía, Atanasio Bocanegra, Manuel Gómez Moreno, Gabriel Morcillo, Lozano Sidro, López Mezquita, Francisco Soria Aedo, Ramón Carazo, Apperley, Miguel Ángeles Ortiz, Manuel de Falla, Federico García Lorca, Hernandez Quero, Max Moreau, Nicolás Prado López, Miriam Kratowhik.etc.